«Hay al menos un atentado al día. Se puede hablar derechamente de terrorismo”. De esta manera, el gobernador regional de La Araucanía, Luciano Rivas, de centroderecha, refleja la situación diaria en la denominada Macrozona Sur de Chile, en la que se concentran los principales puntos de conflicto entre el Estado y grupos radicales del pueblo mapuche. En conversación con DW, Rivas denuncia que «existe una falla del Estado en su conjunto y nuestro principal problema sigue siendo la impunidad”.
Las regiones que sufren de mayores ataques corresponden a la del Biobío, La Araucanía y, en el último tiempo, Los Ríos y, más en específico, las provincias de Malleco y Arauco. Se trata de parte del territorio que entre los mapuches se le conoce como Wallmapu.
Fuerte represión
José Manuel Zavala, profesor del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile, explica a DW que, cuando se refiere a «Macrozona Sur, estamos hablando del territorio histórico del pueblo mapuche, cuya parte central se mantuvo relativamente autónoma del Estado chileno hasta mediados del siglo XIX”.
Sin embargo, agrega que, tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet, «se desató una represión muy fuerte contra las comunidades y dirigentes mapuches y se implementó una contrarreforma agraria que devolvió tierras a los antiguos terratenientes». Además de eso, prosigue el experto, se promulgó una ley que permitía la división y venta de las tierras indígenas que estaban en régimen de comunidad.
Las regiones del Biobío, de La Araucanía y de Los Ríos, pertenecientes a la Macrozona Sur del país, son las áreas en donde se centran los mayores niveles de violencia.
En los años posteriores, se desarrolló una economía de plantación forestal destinada a la exportación de celulosa que se mantiene hasta la actualidad y que, paralelamente, habría propiciado el surgimiento de grupos radicales de un sector del pueblo mapuche para la reivindicación de tierras, con duras consecuencias para quienes viven en esa zona de Chile.
Víctimas fatales de ambos lados
Un informe de la Subsecretaría del Interior del expresidente Sebastián Piñera a pocos días del término de su mandato, en marzo de 2022, detalla que la Macrozona Sur se ve enfrentada constantemente a eventos violentos, tales como, «ataques incendiarios, disparos o la presencia de armas de fuego, ataques o enfrentamientos a Carabineros, cortes de ruta, ataques y amenazas a civiles, desórdenes de carácter violento, ocupaciones e ingresos violentos, además de daños y robos a la propiedad privada”.
Víctimas fatales hay de ambos lados, tantos de civiles y trabajadores de las plantas forestales, como miembros del pueblo mapuche.
Gran despliegue, sensación de desprotección
Aunque no se tiene aún mucha información sobre los grupos que llevarían adelante los ataques en la Macrozona Sur, algunos de ellos se han adjudicado parte de los atentados: Resistencia Mapuche Lavkenche (RML), Weichan Auka Mapu (WAM) y Resistencia Mapuche Malleco (RMM).
Sin embargo, el que tiene mayor poder es la Coordinadora Arauco Malleco, más conocida por sus siglas, como CAM. Esta organización se extiende por toda la Macrozona Sur, gracias también a lo que algunos llaman «brazos armados”, como el Órgano de Resistencia Territorial (OTR), quienes realizan los ataques en terreno.
«Paralelamente, se ha producido una militarización del territorio (policía militarizada y presencia de fuerzas armadas)”, dice el profesor Zabala, quien añade luego que, «lo paradójico es que, a pesar del gran despliegue, las fuerzas policiales se muestran completamente ineficaces para prevenir o inhibir las acciones de sabotaje, lo que crea un sentimiento de inseguridad y de abandono en muchos de los habitantes de estos territorios”.
Diálogo y mayor inversión
Durante su campaña presidencial, el actual mandatario, Gabriel Boric, tenía entre sus compromisos desmilitarizar la Macrozona Sur del país. Una promesa que no ha podido cumplir. De hecho, a solicitud del Gobierno, el Senado de Chile aprobó un nuevo estado de excepción para la región de La Araucanía y las provincias de Arauco y Biobío el 13 de septiembre de 2022.
En la foto, de 2021, se observan soldados del Ejército de Chile patrullando durante el estado de excepción en la región de La Araucanía.
El subsecretario del Interior de ese país, Manuel Monsalve, conversó con DW y afirmó que no existe solo una vía para salir del actual escenario: «La paz sustentable se da a través del diálogo”, señala. Y reitera que la prioridad del actual Gobierno es «garantizar la seguridad pública en todo Chile y también en la Macrozona Sur”.
Sin embargo, no duda en afirmar que el Estado de Chile también debe adquirir nuevos compromisos con los pueblos originarios. «Se tiene que dar también una respuesta en materia de inversión pública para mejorar las condiciones de vida de las comunidades mapuches, en materia de recuperación de tierras y también asegurar la integridad de quienes viven en esa zona» dice.(ms)